lunes, 13 de enero de 2014

Origen de las danzas

La Historia de la danza estudia la evolución de la danza a través del tiempo. Desde la prehistoria el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse corporalmente, con movimientos que expresaban sentimientos y estados de ánimo. Estos primeros movimientos rítmicos sirvieron igualmente para ritualizar acontecimientos importantes (nacimientos, defunciones, bodas). En principio, la danza tenía un componente ritual, celebrada en ceremonias de fecundidad, caza o guerra, o de diversa índole religiosa, donde la propia respiración y los latidos del corazón sirvieron para otorgar una primera cadencia a la danza (Abad Carlés, 2004).

Según la mayor parte de los investigadores, muchas de las danzas tradicionales o folclóricas tienen su origen a partir del siglo XV. Esto no obsta para que haya otro gran número cuyos orígenes se pierdan en la noche de los tiempos.
Cada pueblo tiene sus danzas propias y con un carácter nacional bien determinado. Unas danzas se importan o exportan, pero son adaptadas a las características y peculiaridades de esos lugares. Así podemos mencionar algunas danzas que se encuentran por la mayor parte de la geografía europea, como el vals, la polka, la mazurca, la contradanza, la giga, la marcha, la escocesa (con nombres muy diversos scottishe, schottis…). Junto a ellas, hay danzas propias de cada país: bourrée, en Francia; saltarello, siciliana, monferrina, ballo tondo, en Italia; sirtos, tsamikos, kalamatianos, pentozale, pidiktos, kersilamas, hassapikos, en Grecia; cana verde, vira, melhao, chula, en Portugal; cracoviana, polonesa, oberek, polka, mazurka, drobny, en Polonia; kolo, macarice, horo, en Yuposlavia; horo, paidusko, rachenitsa, opas, gaidasko, en Bulgaria; giga, reel, contradanza, the Gay Gordons, circassien circle scottish, en el Reino Unido; sirba, hora, briul, en Rumania…; y así podíamos seguir enumerando paises tan ricos como Rusia, Israel o los americanos, donde encontramos, junto a algunas de estas danzas europeas transformadas, otras muchas autóctonas.

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